En una conferencia TEDx en México, el sacerdote católico César Montijo salió al paso de cuestionamientos sobre si el celibato es algo inhumano o innecesario, y destacó que puede ser “parte de la solución” para el drama de los abusos sexuales.
Al participar en TEDxHumaya, el 8 de mayo en Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa, el P. Montijo señaló que “se suele pensar que el celibato es algo exclusivo de los sacerdotes y religiosos de la Iglesia Católica, que nos comprometemos a vivir la perfecta y total continencia por el Reino de los Cielos. Es decir, el no mantener relaciones sexuales”.
Las conferencias TED (siglas en inglés de Tecnología, Entretenimiento y Diseño), son eventos que reúnen a expertos en diversas áreas del conocimiento humano. Los programas TEDx son eventos coordinados de forma independiente a TED, en base a una licencia gratuita, pero que mantienen un formato similar.
Al inicio de su conferencia, el P. Montijo señaló que “hoy quiero hablarte del celibato como una dimensión natural, positiva y conveniente para cualquier persona que desea ser feliz”.
“Si quieres ser fiel a tu pareja necesitas aprender a ser célibe para el resto del mundo. De lo contrario, quien no pueda, será infiel. Y sabemos por diferentes estudios, también por el sentido común, que las personas que padecen infidelidad sufren lesiones en su auto valor, ansiedad, depresión, pérdida del sentido de la propia existencia”.
El sacerdote indicó que cuando si no se tienen claros los límites, el amor erótico puede llevar a caer “en el acoso o en el hostigamiento sexual, del cual son víctimas del 40% al 60% de mujeres según cifras de la ONU. Y más del 25% de los hombres”.
“Pero lo más duro de este panorama es el abuso sexual”, dijo, pues se trata de “eventos que ocurren en escenarios cercanos, como en el propio hogar o en las escuelas”.
“Por eso, para prevenir la infidelidad, el acoso, el hostigamiento, el abuso, necesitamos hablar del valor positivo del celibato”, subrayó.
El P. Montijo señaló que “un profesor que es capaz de mirar a sus alumnas sin acosarlas, sin objetificarlas, está siendo célibe con ellas. Así como también el padre de familia que sabe abrazar, besar y acariciar a sus hijos sin caer en el incesto”.
“El celibato es algo natural”, precisó. “¿O qué pensarías de la madre o el padre de familia que constantemente tenga que aguantarse las ganas de tener algo así con tus hijos?”.
El sacerdote continuó indicando que “si todavía piensas que el celibato es algo extraño, seguro es algo que ya lo vives si consideras que eres una persona capaz de dar amor, amistad y cariño a tus amigos, vecinos, compañeros, mascotas”, sin que esto llegue al punto de ser “directa o indirectamente sexual”.
Sin embargo, lamentó el P. Montijo, vivimos en “un mundo invadido por el marketing que exhibe el cuerpo humano como un escaparate o un accesorio para vender productos, cuando merece ser visto como un santuario y un camino para manifestar la grandeza de nuestro espíritu y transformar el universo”.
El sacerdote señaló luego que “el celibato tiene que ver con nuestra inteligencia. Sabemos que nos resultan atractivas las personas cuyo cuerpo parecen más saludables y queremos apropiarnos de esos genes. Es lo que la evolución nos ha enseñado”.
“Necesitamos la inteligencia emocional, que nos permite integrar lo que sentimos y vivimos en nuestra capacidad de relacionarnos, humanizando nuestro trato jefe-secretaria, cliente-proveedor, compañero-compañera de trabajo, primo-prima, amigo-amiga”.
El P. Montijo dijo que “al igual que miles de personas, yo soy célibe de tiempo completo. Me considero un explorador que busca millones de formas de amar, porque sé que el amor es infinito, más allá de lo que solamente es erótico y sexual, sirviendo y amando a aquellos que me sea posible”.
“Sé que también en mi Iglesia, algunas personas creen que el celibato es un problema, o incluso puede ser la causa de que haya abusos. ¿No será más bien el celibato parte de la solución? Pues esta lista de abusos que pueden ocurrir en las familias, escuelas, campos deportivos, gimnasios, piscinas, baños públicos y un horrendo y lastimoso etcétera, son un síntoma del largo camino que nos queda como sociedad para aprender y dar amor célibe”.
Para el sacerdote mexicano, “necesitamos aprender” a vivir “el celibato en nuestras vidas”.
“Todos necesitamos experimentar el abrazo de una maestra, de un compañero, de un amigo, de alguien que te dice ‘te amo’ sin que suene raro, sin que sea algo extraño”, dijo.
El P. Montijo subrayó que “dejar de hablar de celibato sería renunciar a una de las muchas banderas de la libertad y del amor, y quien esté libre de amor que tire la primera piedra”.
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